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Paz y Ciencia

lunes, 11 de junio de 2012

El carácter fálico-narcisista




En su forma menos patológica, narcisismo es un término aplicado al comportamiento de aquellos hombres cuyo ego está dedicado a la conquista de las mujeres. Estas son personalidades que se han descrito como fálico-narcisistas en la literatura psicoanalítica. Su narcisismo consiste en una preocupación desmesurada por su imagen sexual. Wilhelm Reich introdujo este término en 1926, para describir un tipo de carácter que se situaba en algún punto entre la neurosis compulsiva y la histeria. "El típico carácter fálico-narcisista", escribe, "tiene seguridad en sí mismo, y a menudo es arrogante, atlético, enérgico y suele causar buena impresión"
La importancia del carácter fálico-narcisista es doble. En primer lugar, subraya la estrecha relación entre narcisismo y sexualidad -sexualidad entendida en términos de potencia de erección- cuyo símbolo es el falo. En segundo lugar, describe un tipo de carácter relativamente sano, en el que el elemento narcisista es mínimo.
Como explica Reich, la relación de un individuo fálico-narcisista con una persona amada tiene más de narcisista que de objeto-libidinosa. "A menudo están muy apegados a las personas y a las cosas". Su narcisismo se manifiesta como una "demostración exagerada de confianza en sí mismo, de dignidad y de superioridad". Sin embargo, "los individuos relativamente no neuróticos ue dan rienda suelta a su agresividad, tienen éxito social, son fuertes, impulsivos, enérgicos y normalmente productivos",
Siempre me he considerado a mí mismo como un carácter fálico-narcisista, y por eso tengo bastante idea de cómo se desarrolla esta personalidad. Sé que yo era el ojo derecho de mi madre. Ella tenia puestas en mí todas sus ambiciones. Yo era más importante para ella que su marido, mi padre; y anque ella no actuaba abiertamente de manera sexualmente seductora, sus sentimientos hacia mí eran sexuales. Su dedicación emocional hacia mí hizo que mi personalidad fuera más enérgica e interesante. Con todo, su necesidad de poseerme, y así contrlarme, disminuyó mi sentido del yo. En esta situación, mi ego se hizo mayor que mi yo, desarrollándose así una personalidad narcisista. Por otro lado, y por medio de la identificación con mi padre, que era un hombre sencillo, muy trabajador y amante del placer, conservé un sentido vital del cuerpo, que está en el núcleo del sentido del yo.
¿Y qué papel tienen las mujeres en todo esto? El homólogo femenino del hombre fálico-narcisista es el tipo de carácter histérico. Utilizo aquí el término "histeria" (que viene del griego hystera, o útero) para indicar la fuerte identificación de esta personalidad con la sexualidad femenina. No me refiero a la histeria como el síntoma neurótico a menudo presente en la personalidad esquizofrénica. Se trata más bien de que a esta mujer, del mismo modo que al hombre fálico-narcisista le preocupa su imagen sexual. También ella tiene confianza en sí misma, y a menudo es arrogante, enérgica y causa impresión. Su narcisismo se expresa en la tendencia a ser seductora y a medir su valor en función de su atractivo sexual basado en sus encantos  "femeninos". Ella es y se siente atractiva para los hombres, y tiene un sentido relativamente fuerte del yo. Difiere del hombre fálico-narcisista en que la suavidad es su cualidad esencial (la suavidad del útero), como opuesta a la identificación con la dureza del falo erecto. Por supuesto que al estructura y conducta de algunas mujeres puede considerarse fálica. Albergan menos sentimientos, tanto sexuales como de otro tipo, que las de carácter histérico y son más narcisistas, están más entregadas a una imagen de superioridad que a un yo con sentimientos. Pertenecen al tipo de carácter narcisista.

Alexander Lowen: "El Narcisismo. La enfermedad de nuestro tiempo". Paidós, 2010, Barcelona. Pp.: 31-34

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y en la forma más patológica?

Gracias
Josefa